Etapa 10

Décima etapa.-

A esta etapa la podríamos llamar la etapa reina de las que hemos hecho hasta ahora, sobre todo en belleza paisajista, en espacial en lo que se refiere al agua, que es el fundamento de nuestra ruta del Aigua-Viva.
La hemos recorrido el día 22/07/2021. Salimos de la estación de esquí de Vallter 2000 en dirección a uno de los principales afluentes del Ter: el río Freser.
Al completar el acceso al Coll de la Marrana, seguimos por el GR11 y a menos de un kilómetro nos desviamos hacia la derecha para no perder altura, en dirección al circo glaciar de Les Arpelles del Freser, lugar donde se encuentran las fuentes de este río.
El paisaje desde este lugar es espectacular, coronado al norte por el Pic del Freser, la collada de Coma Mitjana y el Bastiments. Al sur se presenta una bellísima panorámica abierta por el valle del Freser y en el fondo la cima del Balandrau. Una vez llegados al borde de una explanada, que desde mas abajo pensábamos que habría una laguna, como suele ser habitual en este tipo de relieve, pero que en este caso, el agua estaba por debajo de las piedras que llenaban el hueco. Por el borde vimos aflorar el primer agua que encontramos. Nos paramos a almorzar en este agradable lugar y sacamos varias fotos. Luego vimos que por la parte superior de la explanada aparecía otra fuente de agua. Todo ello se junta en el primer cauce del freser y al fondo se veían varios ramales del conjunto de manantiales que salen debajo del pico del Freser y que van a unirse al cauce principal, un poco mas abajo, donde confluyen el GR11 Hacia Nuria y el GR11.7 hacia Coma de Vaca.
Tenía curiosidad por conocer el origen y significado de la palabra “coma” aplicada a la montaña. Hasta ahora no he encontrado quien me lo pudiera explicar, pero por lo que he podido deducir por lo visto, esta palabra corresponde a una ladera atravesada por diversos arroyos cuyas aguas alimentan a ríos que llevan su nombre, así coma del Freser se inclina hacia el río Freser, coma del Orri hacia el río Orri, coma de Vaca hacia el torrente de Coma de Vaca, Coma del Catllar hacia la riera de Catllar etc. por citar solo a las que hasta el momento hemos encontrado en nuestra ruta, que tienen en común las mismas características.
Bajando por el GR 11.7 comienza el maravilloso espectáculo natural que nos hace sentir el síndrome de Stendhal.
A lo largo de todo el recorrido en este tramo, se suceden decenas de saltos de agua, encadenados uno a continuación del otro, a cada cual mas impactante. El primer encadenamiento de estos saltos es en la Jaca del Freser, poco mas abajo la Jaca del Roc de l’Orri y luego la Jaca del Racó tras el paso por el estrecho del Freser.
El GR 11.7 pasa paralelo al cauce del Freser a cierta distancia, pero para apreciar este espectáculo en toda su magnificencia hay que dejar el sendero de vez en cuando acercándose a las cabeceras y pies de los muchos saltos. No nos cansamos de hacer fotos en todo el tramo que pueden dar una idea de su belleza, pero para sentir la emoción que produce en toda su magnitud, es imprescindible realizar este recorrido a pie.
Al llegar frente al refugio Coma de Vaca hay que remontar algo menos de un kilómetro junto al arroyo del Clot de Gafetar para alcanzar una cota de nivel por la Jaca de Pedreguer, a cuyo fondo se van viendo diversos sectores del cauce del Freser y enfrente el espectacular  Camí dels Enginyers procedente de Nuria.
Imagino lo preciosa que quedaría una ruta por el fondo de este desfiladero similar a la que existe en Les Gorges de Carança.
Tras algo menos de un par de kilómetros por este pedregoso camino, en el lugar conocido como les Marrades comienza un fuerte descenso zigzagueante que por lo pedregoso que es y tras los kilómetros de ruta que llevábamos recorridos, se nos hizo casi interminable.
Poco antes del final de este descenso vimos la represa donde se toma el agua para el salto de la central hidroeléctrica de Daió.
Por fin llegamos de nuevo al río en la Palanca, donde cruzamos por una pasarela al otro lado. Siguiendo este sendero, un kilómetro mas abajo vimos una indicación que a 20 metros  estaba el salto del Grillo, en el torrente que lleva su nombre. Es un salto de agua muy conocido en el entorno al que accede mucha gente desde el cercano pueblo de Queralb. Es bastante alto, tanto que desde el pie no se podía abarcar en una sola toma fotográfica. Luego me han contado que por la parte superior han instalado un tirolina para bajar haciendo barranquismo.
Un kilómetro mas abajo llegamos a la central de Daió y cruzamos el puente, tras lo cual pudimos seguir por camino pavimentado, que nos sirvió de descanso tras tantos kilómetros de sendero pedregoso.
Enseguida llegamos al albergue de la Farga y pudimos continuar por la carretera otros 6 kilómetros llegando a Ribes de Freser donde finalizamos esta preciosa etapa tras un recorrido de casi 24 kilómetros.