Quincuagésima etapa.-
¡Llegamos a la meta!
Cuando finalizamos la primera etapa de esta ruta de mas de 1000 kilómetros hice el siguiente comentario: ¡Ya solo faltan 49 etapas!
A priori se veía un objetivo dificil de alcanzar, pero salimos con la convicción de que lo lograríamos y ¡lo hemos logrado!
La multitud de experiencias en esta ruta nos ha hecho sentirnos llenos de vida como el agua que hemos venido siguiendo.
Al principio pensamos que necesitaríamos mas de dos años para hacer este recorrido y lo hemos hecho en menos de un año. Aunque, no nos engañemos, la tarea mas ardua empieza ahora.
Ahora que tenemos una visión completa de lo que es la cuenca del Ter y sabemos lo mucho que se ha hecho y lo muchísimo que falta por hacer, tendremos por delante la tarea de intentar conseguirlo.
Pondremos todo nuestro empeño en que el agua viva, nadie la mate y siga dando vida a todas las plantas y a todos los animales que dependemos de ella.
En esta etapa, que hemos recorrido el día 26/03/2022, hemos podido gozar del paraje que comprende la Reserva Natural del Bajo Ter a ambos lados del río en su último tramo.
En la etapa anterior, después de finalizar de seguir todo el río Daró, acabamos a punto de tocar el Mediterráneo en la playa de la Gola.
En esta etapa salimos del final de la urbanización Mas Pinell por un precioso camino verde y a medio kilómetro llegamos a la playa, donde pudimos contemplar, además del hermoso fondo azul del mar, hacia el sur la playa de Pals hasta la Illa Roja y al norte l’Estartit con las islas medas a la derecha y el macizo del Mongrí a la izquierda coronado por su castillo.
Seguimos avanzando por la playa, unas veces por la arena y otras por un sendero en primera línea de mar hasta que dos kilómetros mas adelante llegamos a la desembocadura del Ter, donde después de tomar varias fotos, giramos a la izquierda siguiendo por un camino junto a la orilla del río que representaba un excelente paseo y que no podíamos por menos que soñar que algún día este paseo siga así aguas arriba hasta unirse con las Ribas el Ter en Girona y así sucesivamente por toda la cuenca que acabamos de recorrer.
Seguimos paseando por este camino junto a la orilla del río,  bajo la sombra de varios árboles de ribera y cuando llevábamos recorridos 5,6 kilómetros nos paramos a fotografiar un hermoso fresno centenario.
En el kilómetro 8,6 de nuestra caminata, justo antes de llegar al puente de Torroella de Montgrí nos paramos a almorzar. Este es el último puente que cruza el Ter en todo su recorrido y nos hizo pensar en el contraste con el primero, una pasarela de madera de reciente construcción, de apenas 5 o 6 metros de largo sobre un arroyo de montaña en aguas bravas y este puente de mas de 200 metros de largo sobre una amplia llanura a la entrada del núcleo urbano de Torroella de Montgrí. Entre ambos puentes, la inmensa diversidad paisajista relatada en las 49 etapas anteriores.
Pasado el puente, cuando llevábamos andados 9 kilómetros, llegamos al punto donde habíamos finalizado la etapa 46 y comenzamos a bajar por la otra orilla del río en dirección de nuevo hacia la desembocadura.
El camino de este lado tiene mucha menos sombra que el del otro y se echan de menos algunos árboles más, en contrapartida, tiene un par de puntos de descanso, donde los “yayos” pueden sentarse a reposar y contemplar el paisaje con el Montgrí al fondo. Por la otra orilla no encontramos ningún punto similar, aunque no estaría de más que a este lado se pusieran algunos banquitos más, al menos cada medio kilómetro, y al otro lado, que hubiera alguno.
En el kilómetro 11,4 fotografiamos uno de estos banquitos y 200 metros mas abajo, una pequeña isla fluvial que es la última del Ter en todo su recorrido. Seguimos bajando, contemplando a un lado el curso del río y al otro los campos de cultivo y las plantaciones de manzanos.
En el kilómetro 13,6 de marcha, encontramos el último punto de descanso con su banco y su papelera al lado.
A los 14,5 kilómetros de marcha volvimos a dar vista a la desembocadura del Ter y 200 metros mas adelante están los carteles informativos que explican que allí finaliza el curso del Ter.
Seguimos caminando por la playa y por la Reserva Natural del Baix Ter y aproximadamente un kilómetro después llegamos a la Bassa del Fra Ramón. Luego continuamos hasta llegar a la Pletera donde finalizamos la etapa habiendo recorrido 16,98 kilómetros.