Etapa 5

Quinta etapa.-
Una vez recorrido el primer tramo del curso principal del rio Ter desde su nacimiento hasta el Pont de Tregurá en la primera etapa y los 6 primeros afluentes en las etapas segunda, tercera y cuarta, nos decidimos a continuar el descenso del rio entre este punto y la población  de Sant Pau de Segúries, cosa que hicimos el día 26/6/2021.
Esta etapa es mucho mas fácil que la anterior y puede decirse que nos sirvió de relax tras la aventura de la etapa precedente. Podemos afirmar que esta etapa es apta para todos los públicos, siempre que estén acostumbrados a caminar al menos hasta 15 kilómetros. Es de una gran belleza, como viene siendo la tónica habitual hasta el presente. Dejamos un coche aparcado el punto de llegada en Sant Pau y nos dirigimos con el otro hasta el punto de partida en el T.M. de Vilallonga.
Iniciamos la marcha por la carretera GIV-5264 siguiendo las marcas de todos los senderos que bajan desde Setcases, ya que no hay una alternativa viable para evitar esta carretera, como ya había ocurrido desde que salimos de Catllar 1,5 km antes. Se trata de una zona inundable con las fuertes crecidas y la carretera está protegida por un muro de contención sin que haya espacio físico para un sendero o vía verde, así que tuvimos que ir por el arcén y a veces hasta por la cuneta hasta llegar a Vilallonga. Pienso que no sería demasiado dificultoso construir un sendero entre los prados y el final del bosque por el lado del río opuesto a la carretera, pero esto no sé si habrá sido estudiado o tomado en consideración por el ayuntamiento o la entidad pública que corresponda.
Tras pasar un kilómero por la carretera, llegando al cementerio de Vilallonga de Ter existe un pequeño camino peatonal junto a la misma,  que permite el paso seguro.
Una vez pasado el camping, cruzamos la carretera y avanzamos por una calle paralela hasta alcanzar el sendero PR C-188 que está perfectamente acondicionado para pasar junto al Ter hasta llegar a Camprodón.
Pasando junto al cartel indicador, pocos metros mas adelante llegamos a la Font Negra y tomamos un delicioso trago.
Por este sendero paseaban o hacian footing gentes de todas las edades.
A unos 2 kilómetros de Vilallonga, salimos a la carretera que va desde La Roca a Abella y 200 metros mas adelante accedimos a esta bellísima aldea medieval cuyas casas y la iglesia están construidas al abrigo de un promontorio rocoso coronado por un espectacular mirador. Para acceder al mirador hay un paso escalonado de reciente construcción.
El conjunto de casas, casi todas remodeladas es digno de ser visitado.
Después de subir al mirador y tomar una foto con el hermoso paisaje del fondo, bajamos por el lado opuesto y vimos la casa que fue del pintor Joan Pon i Bonet que se enamoró de este lugar hasta el punto de tener su tumba en esta casa.
Una vez bajada La Roca y tras cruzar una pequeña riera por una pasarela metálica, llegamos a una ermita conocida  como Verge del  Raim con una fuente y unas mesas preparadas para picnic.
El sendero prosigue por el interior de un bosque en el que predominan los robles y el boj. Pronto llegamos al lugar que bordea la población de Llanars por el lado derecho del río. Seguimos hacia Camprodón y justo antes de llegar a esta población nos paramos a tomar el bocata junto a la Font de la Forcara, donde rellenamos las cantimploras.
Llegando a Camprodón es típico ver las casas antiguas tocando el río en su lado izquierdo. Por el lado derecho hay unos chalets cuyo jardín posterior toca también el río sin que exista ningún paso junto al cauce y solo se puede ir por la calle de delante de los chalets.
Enseguida llegamos al puente  medieval que accede al casco antiguo y tras hacer la típica foto, continuamos por la calle del lado derecho del río hasta llegar a la carretera de circunvalación que dispone de una acera por la que se pasa junto al río.
En el tramo de paso por el casco antiguo, desemboca el río Ritort que será el séptimo afluente que recorreremos en la siguiente etapa.
Cruzando la rotonda de la C-38 donde se halla la oficina de turismo, pasamos por una calle de enfrente que va a unirse de nuevo con el sendero PR C-188 bajo la montaña de Sant Antoni y al pasar junto a unos  bunkers construidos durante la guerra, hay un estrechamiento que obliga a pasar un corto tramo junto a la carretera hasta enfrente de la gasolinera. A `partir de allí seguimos un par de kilómetros por el amplio sendero GR 151 pasando por detrás de la colonia Estevenell hasta llegar al camping La Vall de Camprodón.
Desde ese lugar hay dos alternativas para continuar: la primera es seguir por un camino pavimentado de cemento pasando por Can Peric y la segunda cruzar el puente y caminar unos 300 metros por el arcén de la carretera C-38 hasta tomar el sendero hacia La Ral. Nosotros elegimos la segunda porque nos pareció un camino mas acogedor. Hace unos años exisitia un vado hormigonado para cruzar el Río que permitía no tener que pasar por la carretera, pero  a causa de las riadas, este vado desapareció aunque por allí siguen las señales del sendero.
Hay carteles con bastante información sobre la naturaleza en este sendero. Llegando a La Ral pasamos por la única calle que cruza longitudinalmente esta pequeña población con varios carteles explicativos del lugar. Poco después, junto al sendero hay un fresno gigante de unos 150 años que al parecer ya fue visitado por el arquitecto Antoni Gaudí.
Luego pasamos bajo el Pont de La Rovira por el ojo que está mas cerca del agua, pero poco mas adelante nos encontramos con el camino cortado. Tuvimos que retroceder de nuevo hasta el puente y pasar por otro ojo a la derecha para salir a la carretera y cruzar el río.
Siguiendo por la carretera otro pequeño tramo hasta llegar a la población de Sant Pau de Segúries donde finalizamos la etapa.