Etapa  35

Trigésimo quinta etapa.-
Una vez llegados a Girona siguiendo el cauce principal del río Ter,  tocaba continuar siguiendo los diversos afluentes que vierten sobre el último trecho recorrido, así que el día 9/12/2021 hemos iniciado la primera parte de la riera de Llémena desde su cabecera en Sant Aniol de Finestres hasta su confluencia con la riera  d’Adri.
El tiempo, aunque frío a primera hora de la mañana (-4º C) fue subiendo unos 10 grados al llegar a un mediodía soleado, después comenzaron a aparecer nubes claras con lo que la temperatura volvió a descender y en promedio era de unos 8 grados.
Salimos de la parte posterior de la planta envasadora de agua mineral Sant Aniol en un camino junto a la masía Can Tura.
La riera en este punto aún no llevaba agua.
Comenzamos a bajar junto al cauce por una vereda muy poco transitada, lo que nos obligó a ir por el margen de los campos hasta que salimos a la carretera junto a un cruce donde estaba situada una gran roca de arenisca llamada Roc de la Melca, donde se encontró un yacimiento arqueológico. Desde el inicio de la marcha a  este punto hay aproximadamente un kilómetro.
Continuamos por este camino pasando por las masías El Castell, El Llor y La Ferrería, tras lo cual cruzamos por primera vez   riera  que en este punto ya llevaba agua. Este cruce está situado en el kilómetro 2,8 de la etapa.
Seguimos en paralelo a la riera por una vereda muy poco transitada para volver a cruzarla 1200 metros mas adelante sobre una plancha de hormigón resto de un antiguo puente.
Un poco mas adelante pasamos junto al Molí de Can Mitjana, cruzando nuevamente la riera para después pasar por Can Vigile. Tuvimos que salir un tramo por la carretera GI 530 y después atravesar el núcleo urbano de Sant Esteve de Llémena en el kilómetro 6,8 del recorrido.
Siguiendo el sendero que sale de Sant Esteve, a medio kilómetro pasamos junto a un bonito puente de piedra de estilo medieval hecho por suscripción popular en el Veïnat de L’Esglesia.
En el kilómetro 8,8 de marcha, al llegar a El Raval, el sendero se interrumpe en una propiedad privada y hay que dar una vuelta de aproximadamente un kilómetro hasta llegar al Molí d’en Sala junto al puente que cruza la riera  por la carretera de Granollers de Rocacorva.
Continuamos otro kilómetro junto a la carretera GI-530  hasta que  en el pk. 20 de esa carretera sale una vereda hacia la izquierda a medio perdida que permite poder cruzar al otro lado de la riera y seguir por un camino que llega a Sant Martí de Llémena. Allí nos paramos a almorzar cuando ya habíamos recorrido 12 kilómetros.
Después continuamos por un camino al lado izquierdo de la riera que se separa algo de la misma hasta salir de nuevo a la carretera GI 531 en el pk 17.
Continuamos en paralelo a la parte derecha de la carretera y un kilómetro mas adelante, la señalización de la ruta del Llémena indica que hay que desviarse a la izquierda para atravesar el Pla de Sant Joan, seguimos por la derecha para intentar ir lo mas próximo posible a la riera, pero vista la imposibilidad de acercarse lo suficiente, recomendamos seguir el sendero señalizado.
En el Pla de Sant Joan hay un grupo de casas justo en el llano que precede al profundo barranco
por cuyo fondo discurre la riera de Llémena. Hay restos de antiguos senderos por detrás de esas casas que hoy en día están impracticables.
Intentamos pasar por detrás de la casa llamada Mainegre, pero tuvimos que retroceder porque  todo estaba cercado hasta el mismo filo del barranco y no era posible continuar. Fuimos por delante de las casas por la carretera hasta que poco antes de llegar a la curva del pk 15, la ruta señalizada se adentra pasando por delante de Peradalta hasta dar vista a la riera, justo donde hay que girar 90 grados en dirección a Sant Medir, luego a la derecha bajamos una fuerte pendiente de unos 300 metros de longitud para poder ver la Gorga del Diable, donde se aprecia la profunda   por la que pasa la riera en ese tramo. De vuelta continuamos otros 300 metros para llegar a la ermita de Sant Medir.
Seguimos bajando por el lado izquierdo de la riera, cada vez mas próximos al cauce pasando por Can Mengol y Can Gepic hasta la parte inferior de la población de Llorá, donde la riera se remansa con diversas pozas, en una de las cuales fotografiamos un grupo  de patos que embellecian
Ya en el kilómetro 21 de nuestro recorrido hay un  grupo de grandes piedras que facilitan el cruce de la riera ya que por la parte izquierda no se ve factible continuar junto al cauce.
Iniciamos una subida de un kilómetro por el bosque hasta llegar a Port Sacreu, donde hay un pequeño oratorio dedicado a la virgen de Fátima.
De la encrucijada de senderos que salen de Port Sacreu elegimos el que seguía de frente y que comienza a descender en dirección al lado izquierdo de Santa Afra.
Habíamos atravesado por la parte superior el meandro de Can Tacó y ya nos encontrábamos frente a la desembocadura de la riera de Adri en el fin de etapa, pero no nos fue posible encontrar una vereda transitable por ese lugar y tuvimos que hacer un rodeo siguiendo el camino hasta cruzar la riera de Llémena por un puente en el barrio de Ginestar  y luego   hasta la carretera GI-531 pasada la fábrica de pienso Llémena S.A. debiendo retroceder un kilómetro junto a la carretera hasta llegar al cruce con la carretera de Canet d’Adri, donde finalizamos la etapa tras haber recorrido 25,6 kilómetros.