Vigésimo primera etapa.-
Siguiendo el orden natural del curso del Ter, después de haber recorrido los principales afluentes hasta Torelló, para la vigésimoprimera etapa tocaba continuar desde el lugar donde lo dejamos en la etapa 18 a partir del Pont de la Coromina, T.M. Vinyoles d’Orís.
Esta etapa la hemos recorrido el día 23/09/2021.
Salimos del citado puente de la Coromina siguiendo el GR 210 (Ruta del Ter). Subimos medio kilómetro aproximándonos a la autovía C-17. Al final de esta corta subida hay un mirador, desde el cual, además de las aguas del Ter, puede contemplarse al fondo las sierras de Bellmunt y Collsacabra.
A partir de allí, el sendero discurre paralelo a la autovía aproximadamente 1,5 km hasta llegar a la colonia industrial Lacambra, donde hay una importante industria dedicada a manufacturas del cobre y también está ubicado el museo del cobre que actualmente está cerrado por un tiempo indefinido. Esta colonia pertenece al TM de Masías de Voltregá. Unos 500 metros mas adelante pasamos junto a les Granges de Dalmau y en el km 3,8 de nuestro recorrido llegamos a la Font del Perrató que se encuentra en un estado semiabandonado, poco después está el mirador de Cal Guarda. Seguimos rodeando el meandro de Gallifa adonde llegamos en el km 6 de la etapa y 300 metros mas adelante  hay un observatorio de las aves del río. Otro kilómetro mas adelante pasamos por las ruinas de una antigua fábrica de hilaturas.
Todo el curso medio del Ter ha estado históricamente super explotado, principalmente por industria textil. De esta industria ya solo quedan factorías abandonadas porque debido a la globalización y deslocalización de empresas, resulta mas rentable explotar a países con mano de obra barata y sin normas de seguridad como Bangladesh por ejemplo.
En este estado de abandono llegamos al Poble Sec y poco después pasamos por La Gleva, donde el sendero discurre por la acera junto a la carretera y hay una bonita panorámica del pueblo y la iglesia. En este tramo, de apenas 700 metros pienso que no sería difícil construir un pequeño camino junto al río hasta llegar al puente.
Una vez cruzado el puente comienza un sendero por el margen izquierdo muy bien cuidado y señalizado, por donde con frecuencia nos cruzábamos con personas de todas las edades, mayoritariamente jubilados. Nos llamó la atención que para cruzar el canal hay un puente construido por personas de un taller ocupacional.
Luego de pasar frente a la ermita de Sant Sebastiá llegamos a un lugar habilitado como área recreativa llamado Platja del Dolcet. Sin duda hay que felicitar a los vecinos del municipio de Manlleu que son un ejemplo de como se debe cuidar el entorno fluvial. Todo el margen del río se ha habilitado como un parque urbano y en él además del puente histórico y uno nuevo peatonal, se encuentra el Museo del Ter que se ha construido en lo que antes era una fábrica textil.
Después de salir del TM de Manlleu entramos en el de Masías de Roda que ya no está tan bién cuidado. Llama la atención el estado lamentable en que se encuentra la Font dels Enamorats.
En el kilómetro 17 de la etapa encontramos una bonita mesa de cemento rodeada de un asiento circular y pudimos constatar el incivismo de algunos  energúmenos que habían dejado toda clase de basura sin tomarse la molestia de utilizar la papelera que allí había.
Tras 19 kilómetros de recorrido llegamos  a la población de Roda de Ter, donde la orilla del río está urbanizada con un bonito paseo bajo las casas del pueblo y una escalera metálica que da acceso al puente viejo. Cruzamos el puente y seguimos el GR por la orilla opuesta.
Después de pasar junto a una fuente dedicada a la virgen del Pont, volvimos a subir a una cota mas alta pasando por delante del museo del poeta catalán Miquel Martí i Pol, nacido en esta localidad. Luego continua el sendero paralelo a la orilla del río a una cota mas alta que luego vuelve a bajar pasando por delante de la Font de Les Bruixes y junto a una pasarela que da acceso a un poblado ibérico. Poco mas adelante comienza a verse el agua remansada donde comienza la cola del pantano de Sau. Después de un cruce de carretera en el lugar denominado Caseta Del Guarda, siguiendo en dirección al Mas Salou y la ermita de Santa Magdalena encontramos la carretera cerrada y el clásico letrero “Camí particular prohibit el pas” que constituye el abuso y usurpación del derecho de paso que con mas frecuencia nos venimos encontrando en la ruta. En este caso, ni siquiera dejan pasar a los viandantes. Subimos por la otra carretera en dirección a Tavérnoles y a poco menos de un kilómetro pasamos por un antiguo “Pou de Glaç” muy bién conservado. Después llegamos a la calle Pirineus de la población de Tavérnoles donde finalizamos la etapa tras algo mas de 24 kilómetros.